martes, 23 de octubre de 2007

Cartel para la UNAM


Quise mostrar de manera gráfica lo antidemocráticas que son las estructuras de gobierno y llegué a esto.

domingo, 14 de octubre de 2007

8 de cada 10 gatos prefieren güiskas...


...los otros dos de cada 10 prefieren el m(i)aoísmo, como podemos ver en la gráfica. ;) x)


este... y no, este no lo hice yo, lo piratié de interné. Todo lo demás si es mio, hasta la hoz de aquí al lado ;)

lunes, 8 de octubre de 2007

.::fotos:2:de:octubre::.

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Fotos de la marcha del 2 de octubre.

“En TV Azteca sí estamos contigo.”




Recientemente se aprobó en el congreso y el senado la Reforma Electoral. Esta reforma no tiene mucha importancia. Es una nueva reedición del pacto que tienen los partidos de la burguesía de repartirse el poder y el presupuesto. Los tres partidos mayoritarios, que representan a los distintos sectores de los poderosos, se reparten descarados el dinero del país. Ya antes han aprobado “reformas” que sólo sirven para destruir los derechos democráticos, como el derecho de tener candidatos sin registro. (Con ese derecho se amparó Valentín Campa para ser candidato presidencial en los días que las organizaciones comunistas estaban prohibidas) Dentro de esa complicidad que da el dinero malhabido los amarillos se quejan de que no les dejen ocupar la silla presidencial, pero no por eso sueltan sus curules y las rentas que estos les dan.

La diferencia es que ahora la nueva reforma electoral ataca los intereses millonarios de las televisoras. Las aliadas y socias del gobierno, las que coreografiaron el fraude electoral, las que hacen eco de la “gastritis crónica”, las que repetían una y otra vez las imágenes de ejidatarios golpeando a un granadero pero que nunca transmitieron los testimonios de las mujeres violadas por esos mismos policías. Y cuando un ladrón rompe un pacto entre ladrones la respuesta no se hace esperar.



TV Azteca retomó el anuncio del senado en el que se hacía promoción de la prohibición de gasto en radio y televisión para las campañas electorales e insertó un espot antes y otro después. En los sendos espots la televisora habla de lo que cuestan los senadores al presupuesto federal (alrededor de 2,300 millones de pesos menos de lo que ganan las televisoras cada periodo electoral) para rematar con un “En TV Azteca sí estamos contigo”.


Aquí, como un novato haciendo trampa en el poker, la empresa de Salinas Pliego deja ver el As que lleva bajo la manga. ¿Apenas ayer se enteraron los “informadores” de TV Azteca que se podían pagar tantos bomberos o cuantos maestros con el sueldo de los senadores? No. Esa información estaba ahí, al alcance de los medios, como lo está cuanto ganan los diputados o cuanto gana el inútil del “presidente”. Pero no había ninguna prisa por transmitirla, ninguna prisa por romper la interesada amistad que hermana a políticos, empresarios, “inversionistas” extranjeros y medios de comunicación. Fue hasta que la empresa televisora vio afectada su ganancia que se tornó defensora del pueblo y denunció la vergonzosa riqueza de los senadores. Riqueza, insisto, menor que la del dueño de los canales 13, 40 y 7, no digamos ya la de la televisora grande o la del monopolio telefónico.


Y, pues, TV Azteca hizo lo que hace a diario, en distintos horarios y con sus conductores más chulos: mintió. Mintió y manipulo a favor de sus intereses. Lo nuevo es que ahora sus intereses se enfrentan a los del gobierno. Y por eso fue que Salinas Pliego dejó ver su juego. Las televisoras son, con el ejército y los partidos burgueses (sí, incluido el PRD), los pilares sobre los que se sostiene el enclenque gobierno de Calderón. Sin su constante retahíla de mentiras, sin la legitimidad que insiste en darle la tele, no hubiera durado ya tanto Felipe. Si existiera una verdadera libertad de expresión, si los revolucionarios pudiéramos denunciar en televisión abierta los crímenes y la violencia del estado, el régimen calderonista duraría todavía menos.


Pero la libertad bajo el capitalismo es la libertad del dólar. Claro que existe la libertad de expresión, si tienes un par de cientos de millones de pesos no encontrarás grandes trabas para, por ejemplo, poner un periódico. Pero si no los tienes, tu libertad se reduce en la medida que se reduzca tu presupuesto. Si no tienes más que tu sudor y tu fuerza para ganarte la vida, como es el caso de la mayoría, tu cacareada “libertad de expresión” acaba donde acaba la fuerza de tus pulmones. No tienes derecho a publicar tus ideas en un medio impreso o electrónico, no tienes derecho de grafitearlas en la pared, no tienes ni siquiera derecho a gritar la verdad. No, esos derechos son para los señores trajeados y maquillados, ese derecho lo tiene Paty Chapoy pero no tú.


¿Si TV Azteca “si está conmigo”, quién es el que no lo está?


Pero los espots de TV Azteca destapan una gran verdad. Lo senadores “no están contigo”, como implica la frase con que la empresa mediática remata sus espots. No, ni los legisladores, ni el poder judicial y mucho menos el poder ejecutivo “están contigo”. Los poderes del estado mexicano gobiernan en contra tuya. Escriben, votan y aprueban leyes que te despojan de tus derechos y de tus pesos y centavos. Obligan a millones a emigrar por hambre, le arrancan a los sindicatos sus conquistas históricas, rescatan a la banca y luego la venden y luego la vuelven a rescatar, para acabar permitiendo su venta a poderes extranjeros, más interesados en saquear que en apoyar el “desarrollo nacional”. El autoproclamado gobierno federal es un virreynato al servicio de los imperialismos gringo y europeo. Las elecciones, la “democracia” que tenemos no es más que un folclórico ritual para cambiar de gerente. Eso lo pudieron comprobar todos los que, ilusamente, votaron por López Obrador para darse cuenta que los votos que cuentan son los de las grandes empresas y los “inversionistas” extranjeros, no los del pueblo del que debería de emanar esa “democracia”.


Lo que es una mentira es que la empresa de Salinas Pliego “sí esté contigo”. Esa empresa, junto con la de Azcárraga, llevan años engordando de tú dinero. Cada campaña electoral sus arcas se desparramaban de billetes salidos de los impuestos que tú pagas. Cada año el fisco les perdona a estas empresas, y a Telmex y Bimbo y etcétera, millones de pesos, mientras tú no dejas de pagar impuestos en forma de IVA aunque trabajes en la economía informal. No, ni televisa, ni TV Azteca, ni Bimbo ni Mazeca ni grupo modelo, ninguno de ellos está “contigo”. O mejor dicho están “contigo” de la misma manera en que un buitre “está con” el moribundo: esperando la hora de tragárselo.


No, si tu eres parte de la clase trabajadora. Si tú eres obrero, campesino, indio o desempleado, sólo están “contigo” los que sufrimos lo mismo; sólo están contigo los desempleados, los indios, los campesinos y los obreros. Y la única forma que tenemos de ayudarnos es tomar en nuestras manos lo que nos pertenece y que hoy ostentan como suyo televisoras y grandes empresarios, partidos corruptos y presidentes chaparros. La única forma de ayudarnos es tomar en nuestras manos lo que nos pertenece, nuestro propio destino.

viernes, 5 de octubre de 2007

La honestidad valiente de Ruth Zavaleta.




Pocas veces un político burgués, y mucho menos un diputado, dice la verdad. La política a que nos han acostumbrado setenta años de PRI y los que van de PAN son una colección de rumores, medias verdades, manipulaciones y groseras pantomimas (recuerden la “roqueseñal”). Por eso saludamos la valentía de Ruth Zavaleta, diputada perredista, presidenta de la mesa directiva del Congreso de la Unión y destacada chucha (de la corriente de Jesús Ortega, la “nueva” “izquierda”). En entrevista con La Jornada el pasado 25 de septiembre Ruth no sólo defiende el “establecer relaciones” con el gobierno federal (¡el mismo que les robó la presidencia!) porque a ello la “obliga la realidad”, sino que también esboza lo que para ella es la “izquierda”.

La memoria de los perredistas, por algún motivo médico que ignoramos, es muy corta. Se les olvida, por ejemplo, que durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (emanado como el actual de un fraude electoral), en el cual hubo más de 600 muertos perredistas, Marcelo Ebrard era Secretario General de Gobierno para el regente Camacho Solís. Tanto se les olvida que ahora Marcelo es el “perredista” jefe de gobierno del DF. Pero estamos seguros que el fraude electoral del 2006 no se les ha olvidado, y también creemos que no pueden haber olvidado que un “presidente legítimo” anda por ahí encabezando un gobierno de buenas intenciones. Sin embargo, para la presidenta de la mesa directiva “hay un gobierno de derecha, con el que debemos establecer relaciones, porque a eso nos obliga la realidad”, es decir, reconoce de facto, de hecho y de derecho al gobierno de derecha que su partido califica de “espurio”.

“No estoy de acuerdo -dice la perredista- con la apuesta de que las cosas no funcionarán este sexenio, porque no es un problema de descrédito hacia un partido, sino qué podemos resolver para la sociedad entera”. ¿Qué se puede resolver para la “sociedad entera”? Se está vendiendo el país, pisoteando los derechos de la gente, perdonando impuestos a los millonarios y cobrándoselos al sector “informal”, está iniciando una nueva guerra sucia con desaparecidos, torturados, presos de conciencia. ¿Qué se puede resolver “para la sociedad entera”? Nada. La sociedad está dividida en clases y las clases están en guerra.

Pero hay otra cosa importante que se desprende de lo que dice la diputada. Ella no está de acuerdo “con la apuesta de que las cosas no funcionarán este sexenio”. ¿Qué quiere decir eso? Pues que su apuesta es porque las cosas si funcionen este sexenio. Que la reforma fiscal que perdonará millones a los millonarios funcione, que funcionen también la reforma energética y el alza a la gasolina. Su apuesta es, en corto, que funcione el neoliberalismo, la actual fase radical del capitalismo. Que valor, de verdad, el de la diputada de arrancarle así el maquillaje de izquierda a su partido. Que honestidad la de decir que el PRD “le apuesta” al neoliberalismo y las privatizaciones, a la destrucción del ISSSTE y la desaparición forzada.

Pero no acaba ahí la joya que nos regala la chucha. También nos habla de las tareas de la izquierda. Nada más lejano a abolir la propiedad privada o construir el socialismo. La tarea de la “nueva izquierda” es conseguirle a la gente “tarjetas de leche, servicio médico, empleo, agua… Entonces, ¿cómo podemos decir que no vamos a negociar nada? ¿Quién gobierna, quién otorga los servicios, quién ejerce los recursos que nosotros como diputados estamos etiquetando? El gobierno. Entonces, ¿con quién tenemos que hablar para resolverle su problema a un vecino?”.

La “izquierda” perredista tiene como meta el repartir leche y servicios. Y ni esto lo hacen bien, recordemos la leche Betty. Nada de detener al neoliberalismo o de limarle sus más filosas aristas. No. Desde la gestión clientelar el PRD le pedirá al gobierno (panista, claro está) limosnas para el pueblo que los legisladores “etiquetaran” como empleados de supermercado. No puedo pensar en una mejor definición de “populismo” que el limosnear derechos a la gente, que el regalarle leche a los jodidos sin quitarles lo jodido.

¿Además como puede hablar la legisladora perredista de “servicio médico” y “recursos” en medio de la carestía, del alza de precios, de las reformas al ISSTE?

Estas cosas no nos sorprenden. Sabemos que el PRD ni es de izquierda ni es un partido de los trabajadores. Tal vez sorprenda más a la resistencia que hoy sigue luchando contra el fraude electoral. Desde que López Obrador ganó las elecciones el PRD no ha hecho más que pactar con Felipe Calderón. Claro, de vez en cuando dan maromas en el congreso para guardar las apariencias, pero en ningún momento plantearon romper con el gobierno usurpador o luchar de frente contra él. Eso lo deja muy claro Ruth cuando pregunta “¿Nos esperamos seis años sentados esperando a ver si se cae este gobierno y podemos negociar algo?” Ni siquiera aspiran a tomar el poder si el gobierno “se cae”, nomás a negociar “algo”.

Y por supuesto que no se va a caer. Lo vamos a tirar. Lo vamos a tirar por ilegítimo, por vendepatrias, por capitalista y por represor. Pero para esto necesitamos construir un partido de la revolución, un partido que nos sirva a los trabajadores, los pueblos indios, los jornaleros, los hambrientos para derribar el gobierno de la burguesía e imponer el nuestro.